2022-04-24 14:49:08 +05:30

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Plaintext

El juego de té más preciado de la Doncella.
Alguna vez estuvo lleno de elegante té negro.
Mientras degustaba pastelillos y té,
el mundo exterior le dejaba de importar. Tal era su privilegio como Doncella.
“Lo único que quiero es que esta flor sea mi medalla”,
le dijo el caballero el día que se conocieron.
“Pero mi corazón ya...”.
No terminar su confesión también era un privilegio de la Doncella,
pero también era la jaula de oro que la mantenía presa.