2022-04-24 14:49:08 +05:30

14 lines
834 B
Plaintext

Un cáliz que contenía lava. Aunque está vacío, le sigue quedando un ligero calor.
En el interior del cáliz, que pertenecía al Corredor de Lava, solía fluir la sabiduría.
El Corredor de Lava solía jugar con este cáliz, que permanecía intacto incluso tras exponerse a un calor abrasador.
Según la leyenda, bebía lava de él como si de un exquisito vino se tratara.
El vino se evaporaba a altas temperaturas, pero la sabiduría pudo resistir el fuego de las llamas.
Para el Corredor de Lava, el vino era simplemente el combustible de su ingenio.
Con la ayuda del alcohol, podía convertir la más mínima chispa en una idea brillante.
El silencioso cáliz fue testigo de cómo la sabiduría se forjó entre las llamas.
Justo antes de que el Corredor de Lava emprendiera su último viaje, el cáliz se llenó arrogancia.