2022-04-24 14:49:08 +05:30

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Una tierna flor proveniente del océano. En su núcleo hay una perla de gran pureza.
Las canciones de la Isla Watatsumi cuentan que estas flores se abrían en las profundidades iluminadas por las perlas.
Impregnadas de los anhelos de las hijas del mar y la ternura de la luz de la luna, emitían un brillo nacarado.
Cuando todos los conflictos se terminaron, las bestias marinas no volvieron a sollozar por sus compañeras.
Y cuando la luna ascendía sobre la Montaña del Este, la adorable divinidad se levantaba para cantar.
“Vengan, hijas del mar, vengan y vean la brillante luna de hoy.
Aunque la Montaña del Este se derrumbara esta misma noche, ni los relámpagos ni la tormenta podrían eclipsar la gloria nacarada de la luna”.
Las solitarias miko cantaron y bailaron en medio de las olas argénteas.
Las hijas del mar olvidaron el dolor causado por su gran pérdida, y hasta las tiernas flores recobraron su esplendor.