2022-09-27 21:30:24 +05:30

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Primero se crearon el sol y las lunas, y así surgieron el día y la noche. Ella me describió una vez, en un lenguaje que ya he olvidado, un cielo nocturno iluminado por tres lunas brillantes... Sí, eran tres las lunas que debía haber.
Que el lustre brillo de las sombras del mundo riele en él cuando despierten, y que así la gente pueda seguir el trazo plateado de las dunas en la noche hasta hallar su destino.
A continuación, se creó el peso. Así, la arena se hundió, y se formó la tierra. Y aquello que no tenía peso se convirtió en el cielo. Y proclamé que uno debe tener los pies en la tierra, pero soñar en el cielo.
El peso no debe ser excesivo, o la tierra atará los pies de la gente, e impedirá que quienes anhelan viajar puedan expandir sus horizontes. Quien no puede volar alto no puede explorar el futuro.
Entonces, los siete monjes sabios fueron instaurados de nuevo, y gobernaron siguiendo las trayectorias delimitadas por la tierra, el agua y las estrellas. Aunque las esferas celestiales no fueran más que ilusiones, las leyendas a menudo nacen cuando la gente mira a la luna y las estrellas.
En el mundo original, las barreras cayeron y el veneno oscuro se filtró en la tierra. Para sanar ese mundo frágil y tristemente imperfecto, unas largas púas descendieron y penetraron en la corteza terrestre.
Sin embargo, las leyes que he establecido son mucho más elegantes y precisas, por lo que no hay necesidad, ni ninguno de los que la siguen debe morir en vano, ni poesía alguna debe perderse por su causa.
Después, hay que aislar el rastro de bestias proveniente del veneno, pues tomar veneno es un pecado más profundo que el mismo cielo. Pero cuán dulces son sus susurros, y cuán clara es la sabiduría que desprende...
El viento comenzó silenciosamente a soplar en el nuevo mundo. La lustrosa luz lunar, el crepúsculo ambarino, las olas de vegetación y las raíces de las aguas fueron poco a poco rompiendo su silencio para recitar los poemas que ella dejó atrás.
...
El ciclo del siete debe ser eliminado, pues la narrativa secreta será bloqueada.
Extirpar miedo y pesar, para así la barrera entre la vida y la muerte eliminar.
Eliminar el sol, las lunas y el peso, pues no deberían existir barreras entre espacio y tiempo.
Eliminar los principios originales para legislar, gobernar e indultar, para que así ella no tema el castigo que caiga sobre los suyos.
Eliminar pájaros, bestias, peces, dragones y los siete monjes sabios, para que nadie pueda robar la sabiduría.
...
“El Rey del Desierto duerme solo en sueños secretos, esbozando un nuevo orden.
Nadie tendrá que beber una gota de agua salada en el sueño del Rey, pues todo en el nuevo mundo será bueno”.
...
Así es como se puede alcanzar la perfección. La veo, la imagen de tres personas discutiendo de nuevo en el paraíso. Falta muy poco.
Espléndido. Ahora lo entiendo. Así que esto es lo que siempre he querido. Lo que siempre he buscado no era un paraíso para todos.
Todas las enseñanzas y parodias de los siete monjes sabios, o ese mundo puro y libre de tristeza del que hablan, nada de eso importa...
Sin embargo, lo único que no deseo es que el veneno ingerido por error permanezca en este mundo. Quizás ella pueda, en nombre de nuestra vieja amistad...
... Incluso si no lo hace por mí, no importa. Solo pido que me conceda un último favor por nuestra amiga en común...