2022-04-24 14:49:08 +05:30

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“Eres increíble. ¿Cómo puedes albergar tal poder en un cuerpo humano?
Dices que ya no tienes más sangre y lágrimas que derramar, pero eso seguramente se deba a que has llenado de fuego tu interior.
Aunque tu cuerpo lleva mucho tiempo lleno de cicatrices, ahora lo único que sale de tus heridas y tus ojos cual hierro fundido son unas feroces llamas.
Vaya, creo que me he desviado del tema en cuestión. Seguí el rastro del humo desde muy lejos y vine a ti para ofrecerte un trato.
Deja que Su Majestad extinga el fuego que te atormenta. ¿Qué opinas?”
El primer Fatui le dio poder a la joven cuyo fuego vital casi se había apagado.
Y a través de su quimera, pudo contemplar la línea que separaba su corrupto pasado de su futuro inmaculado...
“Ahora lo comprendo... Entonces, deja que el gélido hielo reemplace mi ahora borroso pasado y que apague estas inextinguibles llamas.
Que el silencioso hielo purifique la corrupción de la oscuridad, el sufrimiento del mundo y los pecados de los humanos y las bestias”.
Pese a todo ello, una inmaculada llama blanca aún ardía en el corazón de la joven...
“La Zarina, tú y yo perseguimos el mismo fin:
el de purificar el distorsionado origen de este mundo; la ignorancia y la poca visión de futuro de los dioses y la oscuridad y la corrupción del Abismo”.
“Muy bien. Sea lo que sea, déjame convertirme en tu herramienta para cumplir con nuestro propósito.
Porque, aunque vista entera de blanco, mi cuerpo lleva mucho tiempo cubierto de cenizas de muertos imposibles de purificar”.