Los Cinco Héroes emprendieron el viaje para matar al dragón malvado: El maestro espadachín, por honor; La estudiosa maga, por investigación; El mercenario de cuchillas danzantes, por el oro; La arquera con ojo de halcón, por venganza; Y el novelista erudito, para escribir una epopeya: “Un loto blanco brota de mi boca y mis versos se abren como flores. Mis palabras son puras como nieve en roca, mi pensamiento resuena como los tambores. Me uní a este grupo porque no podía encontrar trabajo, y cualquiera puede ser redactor. Pero, en realidad, no soy escritor ni nada, solo soy un joven en sus veinte sin trabajo ni honor”.