Una especie de flor muy común. De alguna manera, ha podido resistir las llamas de la Bruja Carmesí. La catástrofe que ocurrió hace siglos despojó a una joven mujer de todas las posesiones que se le prometieron. Sus seres queridos, sus días pasados, su brillante futuro... Todo se derrumbó. Del humo y las ascuas nació la Bruja Carmesí, que quemó su dolor con fuego. Sin embargo, esta flor conservó su vitalidad, suave y tierna. Quizás los recuerdos dolorosos y hermosos son sus dos caras de la moneda.